jueves, 8 de noviembre de 2012

En defensa de lo incorrecto

Decir "negro" en Colombia estaba bien hasta que a alguien se le ocurrió que "negro" era un término racista y despectivo, y desde entonces en Colombia se habla de "afrocolombiano" para referirse a los negros. De la misma forma, supongo yo, en unos años decir "blanco" también será racista y entonces hablaremos de "anglocolombianos", o "mestizo" será indignante y entonces hablaremos de "colombianos mixtos". Así en las discotecas no le dirán a un "afrocolombiano" que no puede entrar por ser "negro": le dirán que "la discoteca se reserva el derecho de admisión a los afrocolombianos". O a una "colombiana mixta" no le dirán que no le pueden dar el trabajo por parecer india: le dirán que la empresa requiere a una mujer "anglocolombiana" para ocupar esa vacante. De esta forma, de la noche a la mañana, nuestros problemas se van a acabar porque la mejor forma de resolverlos en Colombia, y en el mundo entero, comienza por cambiarles el nombre a las cosas.

En el afán de ser "políticamente correctos", y con el fin de acabar la discriminación comenzando por el idioma, todo el país se indignó cuando un diputado de la asamblea departamental en Antioquia se refirió a las inversiones en el Chocó como "echarle perfume a un bollo". De inmediato las voces moralistas dispararon: ¡racista! ¡discriminación! ¡troglodita!. Nadie se detuvo a pensar, en cambio, donde estaba el racismo. No es mi intención defender la moralidad de este personaje al cual no conozco y que seguramente se rajaría en mi examen personal de moralidad (mucha desconfianza me da ya saber que es político del partido liberal) pero ¿es verdaderamente racista este comentario? Para que esto suceda habría que partir de aceptar que chocoano y negro son la misma cosa: solo así discriminar al Chocó implicaría discriminar a la población "afrocolombiana". Sin embargo esto es falso: ser chocoano no implica ser "afrocolombiano" porque hay chocoanos que no cumplen con esta condición. La segunda posibilidad que cabe para considerar esta expresión racista consiste en asociar la palabra bollo con la población "afrocolombiana", y hace falta ser muy perverso y racista para tratar de desviar el sentido de una expresión popular ("políticamente incorrecta" en el argot moderno) hacia allá. El racista en realidad lo llevaríamos todos en la cabeza (porque nos permitimos asociar "bollo" con "negro"), solo que lo usamos a nuestra conveniencia para acusar a otro de racista.

El segundo caso es el de la "merienda de negros": un concejal de Bogotá, con el fin de solicitar orden en el recinto del (nada) honorable concejo, utilizó la expresión anteriormente citada con el fin de referirse al desorden imperante en la sala. De inmediato otros concejales, los medios y el público en general lo acusó de racista y discriminador. Nadie se preguntó entonces cual era el sentido real y no el sentido literal de la expresión, y si en realidad la intención del cabildante era atacar a la comunidad "afrocolombiana". Si esto fuera así, hablar de cualquier cosa de color negro puede convertirse en un halago o un insulto, dependiendo de la naturaleza misma de la cosa. Una joya negra sería un elogio mientras un bollo negro un comentario racista e inmoral. Pero como lo que importa es la forma y no el fondo entonces lo mejor es crear eufemismos para todo. Se construye la paradoja de lo innombrable: es tan innombrable que sin embargo tiene muchos nombres. Así a los negros no se les puede decir "negros": hay que decirles morenos, afros, personas de color, etc.

La descontextualización no es solo un problema nacional: en Estados Unidos Richard Mourdock, ex-senador republicano, de tendencia católica y conservadora (republicano al fin y al cabo) se opuso al aborto utilizando la siguiente frase que copio a continuación:

"I believe that life begins at conception. The only exception I have to have an abortion is in that case of the life of the mother. I just struggled with it myself for a long time but I came to realize life is that gift from God that I think even if life begins in that horrible situation of rape, that it is something that God intended to happen."

Creo que la vida empieza en la concepción. La única excepción que considero válida para justificar un aborto es en el caso en que la vida de la madre corre peligro. He luchado sobre esta idea conmigo mismo durante un largo tiempo y he llegado a la conclusión de que la vida es ese regalo de Dios que, pienso yo, incluso si surge a partir de la horrible situación de una violación, esto es algo que Dios quiso que sucediera". (Traducción hecha por el autor de esta entrada).

Los medios de comunicación en cambio quisieron dar la impresión que lo dicho era "si a una mujer la violan es porque Dios así lo quiso" cuando lo que realmente intentaba expresar (o por lo menos así lo veo yo) es que si a una mujer la violan y esta queda embarazada, este último hecho, el embarazo, se da porque Dios así lo quiso. Lo primero implica que un acto moralmente reprochable es visto con buenos ojos por un ser que representa el bien absoluto; lo segundo implica que un embarazo, que por si mismo no es algo moralmente malo, sea visto con buenos ojos por el ser bueno. Nuevamente aclaro que mi intención no es defender las cualidades morales de este personaje (menos si es del Tea-Party) ni que tampoco crea que las cosas pasan porque Dios quiere (ni siquiera en que hay un Dios mismo), pero no me parece correcto acusar a este señor de decir algo que no dijo. Descontextualizado completamente, los medios de comunicación se quedaron con la parte mas jugosa (un político hablando como un ser de la edad media) y ni siquiera se dieron cuenta de que este tipo, para ser católico y miembro del Tea-Party, es mas progresista que muchos de sus compañeros y acepta el aborto para un caso en el que muchos ni siquiera se atreven a pensarlo.

Todo esto sucede en un mundo donde la forma es mas importante que el fondo. Nadie se detiene a pensar en las verdaderas condiciones de los habitantes de Chocó, o de las comunidades "afrocolombianas". En cambio basta con que alguien mencione la palabra "negro" para que le caiga el cielo encima. Lo que importa es el sentido literal y no la intención verdadera. Incluso llegan los medios de comunicación al punto de pescar palabras y construir frases con significados completamente distintos con el fin de darle una nueva forma a un fondo definido. Pasa lo mismo que en los espectáculos: lo importante no es que estén bien sino que se vean bonitos. La obligación de cada persona como consumidor de medios consiste en hacer un análisis bajo los hechos y no los relatos de lo sucedido. Cada persona tiene la obligación de digerir y masticar mejor la gran tormenta de información. Esta conclusión es un lugar común, y muchos otros ya la han sugerido antes de mi. Pero antes de querer alcanzar la corrección política es mucho mas importante el trasfondo y el contexto que las palabras mismas. Y de estas últimas que sean lo que son, sin bondad o sin maldad: símbolos.


Jose P

La televisión.


Me gusta la televisión, de hecho amo la televisión. Cada vez que entro a Facebook me enferma un poco ver esas imágenes mal editadas que suben algunos de mis contactos que contienen en su texto cosas por este estilo: ¨si te enteraste o sigues pegado a la televisión¨. ¿Es que uno no puede enterarse de cosas, ser crítico y ver televisión al mismo tiempo?. ¨Me refiero a Protagonistas de nuestra tele y eso¨ me han respondido varios de estos personajes, aclaro que no veo este programa no porque me de pena o lo considere de mal gusto, sino porque mi morbo en ese sentido se llenó con varias temporada de Jersey Shore. Exijo que de ahora en adelante aclaren en esas imágenes feas con tipografías guisísimas, a qué tipo de televisión se refieren. Como amante de la televisión siento que me lo deben. No quiero pasar de mamerta, pseudo intelectual y súper crítica/inteligente pero yo también leo, ustedes no son los únicos. Como estudiante de Historia he dedicado mis investigaciones a la cultura masiva, a la televisión y el cine de ciencia ficción, y puedo decir con toda seguridad, sin miedo a equivocarme que he aprendido más de lo mencionado (obviamente) que de lo que citan en sus estados de Facebook, sólo apuntando las iniciales de su autor por misterio o no se cuál finalidad.

Gracias a la televisión conocí a mis primeros amores, formadores de un imaginario de hombre gracias al cual nadie real cumple ni cumplirá mis expectativas (tampoco es que exista una fila de hombres esperando a que me decida). Estoy hablando de Harvey de Sabrina la bruja adolescente, Sam de Clarissa lo explica todo, Fox Mulder de los Expedientes secretos X y una armoniosa dupla de Ángel y Spike de Buffy la cazavampiros. Gracias a la televisión imagino el paraíso como un lugar donde pueda por fin probar las hamburguesas Corneta de Doug y pollo de Chockey Chiken acompañada de Rocko con su disfraz del Gran gran hombre. Done pueda pasar un rato en la biblioteca de la secundaria de Sunnydale para después dar un vistazo a otro universo para ver cómo se llaman las películas en el otro lado, si tienen los mismos actores y si allá a la gente también le gusta Lady Gaga, Lana del Rey y Adele para cerrar ese portal para siempre.

Por ahora me dirijo a conseguir gran parte de mi felicidad mirando Fringe, True Blood, Dexter, todos los CSI, Criminal Minds, The Walking Dead, 30 Rock, Modern Family y por supuesto una buena dosis de Cheaters, mientras los sujetos mencionados de Facebook se quejan de depresión e insomnio que en realidad se traduce en falta de oficio, ¨malacostumbramiento¨ y una pésima rutina del sueño.





tobiasarturo.

miércoles, 18 de abril de 2012

Dejarán morir a la UIS

¿Hasta cuando dejará la sociedad santandereana que la UIS siga en manos de la siniestra cofradía que desde hace seis años, y bajo el aval del gobierno departamental, ha hecho y deshecho a su gusto, convirtiendo a la universidad en tierra de nadie, y llevándola a una crisis interna de la que somos víctimas todos los estudiantes, profesores y empleados de la institución?

En su última movida la administración, encabezada por el rector Jaime Alberto Camacho en campaña a una segunda reelección, ahora utiliza los medios de comunicación oficiales, como lo es el correo electrónico institucional, no solo para reivindicarse y enviar escritos que pretenden insinuar que la investigación abierta por la procuraduría el día de ayer es una venganza política y no un acto procedente (aunque gravemente tardío) por un comportamiento ilegal como lo fue la llamada a un supuesto paramilitar hace 5 años, sino también, y de manera completamente antidemocrática, para distribuir publicaciones que abiertamente atacan a otros candidatos en el marco de la elección de un nuevo rector. Cabe señalar que ninguno de estos documentos aparece publicado en la página de la universidad como es lógico y habitual tratándose de una comunicación que surge de la oficina de la Secretaría General.

¿Hasta cuando la sociedad santandereana va a seguir en actitud de abandono frente a su principal universidad? La UIS que hace unas décadas fue la encargada de formar a los ingenieros, médicos e industriales del departamento, entre muchas otras disciplinas, hoy en día soporta el olvido de esos empresarios y exitosos profesionales que hace unos años salieron orondos con diploma en mano a trabajar con las herramientas que adquirieron en las aulas de las que hoy reniegan y abandonan a su suerte mientras los diferentes grupos políticos departamentales aprovechan y devoran la carcasa de una universidad agonizante.

¿Donde están ahora si todos aquellos que se ufanan de haberse graduado de la UIS? ¿Donde está el pujante sector empresarial santandereano que se precia se ser hijo de esta aula mater? ¿Será que también sucumbió ante los encantos del coronel y su vástago y ahora, al igual que el gobierno departamental (que si que tiene velas en este entierro) prefieren permitir que la universidad sea manejada con fines distintos a los de formar profesionales de calidad?

¿Donde está el Partido Liberal que hace tres años, en acto de "protesta", encabezado por el gobernador Horacio Serpa, decidió votar en blanco porque supuestamente no existían garantías en el proceso "democrático" de la elección del rector? ¿Donde está el senador Juan Manuel Galán que en su columna de Vanguardia Liberal si se arroja lanza en ristre contra la corrupción en la UIS pero en el Congreso de la República no se ha atrevido a abrir la boca? ¿Donde están los gremios que manifiestan necesitar cada día profesionales mejor formados pero que en la práctica se conforman con la educación cada vez de menor calidad del sector educativo departamental? ¿A alguien le importa acaso que el actual rector hace tres años que no ha sabido explicar que hacía negociando con un miembro de las Aguilas Negras los nombres de profesores y estudiantes para un "plan pistola"? ¿Acaso alguien por fuera de la comunidad universitaria está al tanto de esto?

Para finalizar vale la pena plantear unas cuantas preguntas al candor de la época electoral:
-¿Quien es entre el ramillete el candidato que representa al PIN y quien al Partido Liberal?
-¿Cual es el gran atractivo de la rectoría de la UIS como para que una administración se pegue de las uñas y se oponga de mil maneras distintas a soltar el poder que ha usufructuado durante seis años?
-¿Por que solo después de tres años la procuraduría se manifiesta ante un caso de suma gravedad como lo fue en su momento la llamada entre el rector y un supuesto paramilitar?
-¿Esta el presidente (que hace parte del concejo superior mediante dos representantes: uno propio y otro del ministerio de educación) al tanto de lo que sucede en la UIS?
-¿Sabe el presidente que la UIS existe?

¡Que entre el diablo (o el Tuerto dirían algunos) y escoja!

Jose @joserueda123

jueves, 9 de febrero de 2012

X Men: Deadly Genesis - Ed Brubaker, Trevor Hairsine y Marc Silvestri (cubiertas)

Un oscuro y pegajoso secreto del Profesor X es divulgado por uno de sus poderosos y sobre todo fastidiosos esqueletos de su sucio armario. Una clásica historia en línea recta con algunos flashbacks que van aclarando la trama y dejando ver un poco más sobre ciertos misteriosos y nuevos personajes.

No contará con los diálogos más profundos o elaborados del mundo, pero X-Men nunca ha tenido necesidad de tenerlos para ser un cómic entretenido y enganchar a la gente como lo ha venido haciendo durante muchos años. La historia definitivamente mantiene al lector pendiente y a la expectativa de qué pudo ser eso tan malo qué hizo Xavier; Los flashbacks son un viejo truco, que resulta una vez más en Deadly Genesis como un elemento perfecto para entretener al espectador y hacerlo querer averiguar más sobre lo que sucederá con los protagonistas de las historias paralelas que finalmente terminan enlazándose para darle más sentido al final.

Recomendado a todos los fans de X-Men, en especial a los que les encanta lo siguiente:

-Ver a Scott (Cyclops) actuando como un clichesudo héroe.
-No esperar nunca nada torcido sobre Charles Xavier.
-Ver a Wolverine interactuando con sus compañeros poniéndoles apodos ofensivos pero que al parecer a nadie le importa o simplemente ya se acostumbraron.



tobiasarturo.
Obviamente la imagen no nos pertenece.

lunes, 6 de febrero de 2012

Pedalear mientras se camina después de montar bicicleta.

Después de muchos años de no montar bicicleta me animé a hacerlo. Andar en cicla por Bogotá es de las cosas menos agradables que he hecho en mucho tiempo, no sé si es porque era sábado o porque yo me quejo por todo o las dos cosas. La ciclorruta es una excelente idea excepto porque es todo un reto transitar por ella debido a que a los peatones les encanta andar por la mitad de esta. En muchas partes tienen justificado hacerlo, ya que los vendedores ambulantes se tomaron por completo los andenes y a la gente no le queda otro espacio para caminar que la ciclorruta.

Entonces mi paseo se convirtió en una colección de gritos que iba desde ¨permiso¨, ¨cuidado¨, ¨quite diahi¨ hasta ¨señora, estorba¨. Mi ejecución del pedaleo no es muy hábil y me volvía más torpe cuando tocaba cruzar una calle y ponerle atención a ambos lados para no terminar en la primer página de El Espacio bajo un título con un juego de palabras bien discapacitado.


Como hace tanto tiempo el único esfuerzo físico que hacía era caminar de la casa a la universidad y de la universidad a la casa, mi cuerpo colapsó y tuve que almorzar dos veces. El primer almuerzo fue en mi casa, un ajiaco bien regular pero que igual ¨me lo empaqué¨ entero, el segunda fue en la mitad del recorrido en bicicleta, una Big Mac en combo. Al terminar la aventura en bicicleta por Bogotá, que incluyó el desarrollo de una habilidad para localizar y esquivar charcos de aguamierda, tenía otra vez hambre y decidí erradicarla con una pizza de Domino’s, mi favorita hasta el momento de la ciudad.

Terminé con el cuerpo destruido y unos siete años y medio menos de vida gracias la insaludable dieta (Taco Bell, Burguer King, Domino’s, McDonald’s) que llevé desde el viernes hasta el domingo.



Para recordar: Bogotá está llena de mierda.

tobiasarturo.

sábado, 4 de febrero de 2012

Ese pueblo a la entrada de Pereira

Rondeón es un pueblo de Risaralda. Para llegar hasta allá se toma un desvío por una entrada a Pereira, muy distinta a la que yo estoy acostumbrado, y subiendo una loma por una carretera destapada se llega al pueblo. De lejos, cuando en la distancia se ve Pereira, también se ve Rondeón. Y se distingue su iglesia en el centro, unas casas color piedra muy al estilo de Barichara y el cielo claro y despejado porque detrás no se ven más montañas. Se ve el pueblo completo porque es un pueblo pequeño, pero sobre todo se distingue eso que hace especial a Rondeón: una especie de camino elevado, macizo, como si fuera una especie de canal de concreto que dirige el paso a través de todo el pueblo. A lo lejos, se ven muchas curvas y el camino es de un tono café similar al del pueblo entero pero de cerca es rojo encendido en una dirección y azul rey en la otra. Los dos tramos se unen en un punto de piedra, al estilo de un camino clásico, cuyo nombre estereotipo asusta: el pasaje del silencio. Y asusta no porque sea un lugar tenebroso ni mucho menos un cliché, sino porque en un pueblo tan extraño y surreal como Rondeón cualquier contraste es suficiente para matar de la impresión a alguien. La entrada al pueblo se hace por unas escaleras al lado de una muralla que rodea a todo el municipio, y ya arriba se baja a las calles y casas por el camino. El pueblo de resto no tiene nada extraño: es un pueblo común y corriente con gente, casas, tiendas, parque y vida normal.

Obviamente Rondeón no existe, pero recién me desperté hoy habría apostado lo que fuera a que si estuve allá y entré al pueblo, y de lejos vi el camino mientras iba llegando a Pereira. Fue mi idea la de desviarnos del camino para ir a conocer esta maravilla de lo bizarro porque, según pasaba en el sueño, un amigo ya me había comentado de lo interesante que era este destino. Me levanté convencido de que en algún lugar de Colombia tenía que existir Rondeón, pero ni Wikipedia ni Google dieron razón de algún espacio en la geografía nacional, o incluso del mundo entero, con este nombre. Conforme fue pasando el tiempo mi cerebro terminó de despertar y se convenció finalmente que todo había sido producto de la imaginación.

Pueblos como Rondeón a lo mejor ni existen. Es tal la mentira que ni el corrector automático acepta la ortografía de la palabra. Pero lugares como este se alimentan de recuerdos de sitios espectaculares al borde de las carreteras. Espacios que en medio de horas y horas de manejar aparecen por un ratico, porque no se puede parar, y lo único que queda es el recuerdo de haberlos visto por encima. Yo por ejemplo tengo varios: un pasaje lleno de arboles y flores cruzando un puente en una esquina de Iza en Boyacá, las tierras onduladas y fértiles en la carretera para entrar a Montería desde Medellín o una cima pequeña desde donde se ve el desierto en la Guajira y al fondo una tormenta en la que nadie quisiera caer. Viajar por carreteras a veces es tedioso y manejar por horas agota, hasta un nivel crítico, las energías de cualquiera, pero definitivamente es uno de los mejores regalos de la vida. Una oportunidad para salir de la rutina de forma radical y alimentar las esperanzas de algún día encontrar un lugar tan increíble y especial que haga parecer a Rondeón como un pueblo cualquiera a la entrada de Pereira.

Jose @joserueda123

viernes, 3 de febrero de 2012

Otras vidas

En una vida paralela, ni los videojuegos ni el gen hereditario me nublaron la vista, así que la necesidad de gafas para al menos distinguir a la personas nunca fue excusa para alejarme del fútbol. Fiel al juego de los fines de semana y luego de que mi padre aceptara el crecimiento exponencial de mi habilidad con el balón, me convertí en estrella de la escuela de fútbol a la que me matricularon. Un día un cazatalentos argentino se fijó en mí y sin más esfuerzo que su habilidad natural para cambiar las yes y elles por ches, convenció al entrenador de entregarle mi pase. Año y medio después debutaba en la profesional y daba entrevistas como un experto refiriéndome al técnico como “profe” mientras me limpiaba los mocos con la camisa. Mi primera y única convocatoria a la selección fue en un amistoso cero a cero contra Honduras en Miami, que luego conté a mis nietos con el fervor ridículo con que algunos aun sacan pecho por el 5 a 0. Una carrera sin pena ni gloria terminada cuarentón en un equipo de Vaupés que claro, en esta vida paralela nunca existió.

En otra vida paralela, logré coordinar modestamente los pedales, el timón y los cambios. Me dieron el pase no por haber terminado de pagar el curso si no porque de verdad estaba apto para llevarlo en mi billetera. Irresponsable como en casi todas las posibles vidas paralelas, me endeudé por un par de multas que me llevaron a buscar algunos empleos temporales. Encariñado con las quincenas, decidí salirme de la carrera para sentir la independencia de pagar recibos y endeudarme con el primer banco que me endulzara el oído por teléfono. No me fue mal, vivía con lo que había, no mucho, pero había. Enterrado entre cifras negativas intangibles que traducían años de trabajo, al final ni me di por enterado que pasó con los intereses, las sumas y las resta. En el fondo nunca me importó, bastante me costaba entender el concepto del dinero físico, como para matarme la cabeza entendiendo el plástico.

En otra vida paralela, tomé valor y luego de dar tres pasos de impulso comencé a correr para saltar desde la cascada de la que todos mis amigos y amigas habían saltado. Justo en el momento de dar el último paso para volar en el vacío (de un par de metros de altura), la maleza babosa que cubría las piedras me hizo resbalar y caer hacía la zona en la que habían advertido, los primeros en saltar, que no debíamos caer. En el par de segundos que volé aparatosamente en el aire, no pude escuchar la carcajada colectiva porque el miedo me invadió ensordeciéndome con un pitido tipo prueba de sonido. Uno sobre una cifra de unos 6 dígitos era la probabilidad de caer sobre esa parte de mi espalda justo en esa roca, pero la suerte que nunca juntó tres sietes cuando apostaba en la ruleta, esta vez se confabuló con la gravedad para lograrlo. Luego de cumplir el tiempo en el que la broma de la falta de reacción se convierte en sospecha, me llevaron hasta la orilla donde gasté mi último y dramático suspiro para decirles “se los dije”. Todo, todo igual a como lo pensé esa vez que no tuve el coraje de lanzarme.

En esta vida paralela no salté de la cascada, uso gafas y no aprendí a manejar. Muy diferente a las otras, excepto porque acá tampoco he entendido el concepto del dinero plástico, la selección empata con Honduras y nunca he juntado tres sietes en la ruleta.

Juan @jmrey11